Para colocar los brackets primeramente se debe aislar bien el campo operatorio, se deben secar bien todas las superficies dentales para comenzar con la aplicación del descalcificador del esmalte para que este bien limpia a la hora de segmentar el bracket.

Una vez transcurrido diez segundos con el descalcificador en la superficie del esmalte, aplicamos y enjuagamos y secamos toda la superfie antes de aplicar el adhesivo.

Luego pasamos a aplicar el adhesivo, que no es más que el material que va a facilitar la unión entre el bracket y el esmalte. Colocamos el adhesivo y lo fotocuramos, siempre asegurándonos de tener las superficies secas, sin saliva ni humedad para que queden bien adheridos.

Una vez que hemos aplicado el adhesivo y hemos fotocurado, procedemos a cementar los brackets con la resina que trae la parte posterior del bracket.

Comenzamos la colocación de los brackets con mucha cautela en el centro de la corona clínica de cada uno de los dientes. Es muy importante que los brackets queden colocados en el centro del eje del diente con el fin de que podamos lograr los movimientos deseados.

Si en particular queremos hacer un movimiento con un diente específico (como egresión o ingresión), el bracket se coloca un poco más hacia el borde incisal o gingival, pero solo en casos muy específicos, ya que en la mayoría de los casos se coloca en el centro de la corona clínica del diente.

Una vez que tengamos cementados todos los brackets, corregimos y eliminamos todos los excesos. Una estemos seguros de tenerlos todos en la posición correcta, procedemos a fotocurar con la lámpara de fotocurado. Luego procedemos a la colocación del arco. Es de mucha importancia saber el tipo de arco que se va a ocupar para lograr ciertos movimientos, como por ejemplo los arcos de tipo niti que nos ayudan a expansionar y los termo activados que actúan a los cambios térmicos, como por ejemplo al ingerir alimentos fríos o según la temperatura de la boca, con los cuales el arco se contrae o se dilata y así  siempre se mantiene activo.